El Almería estuvo intentándolo con ahínco, pero tenía delante de sí a un rival muy poderoso. Lo sabían, pero pelearon de tú a tú, sin complejos. No dejaron de remar los de Garitano y no bajaron los brazos ni tan siquiera con un 2-0 en contra. Pero a veces, el buen hacer no es suficiente porque los resultados no terminan de ser los que se buscan. El conjunto indálico mejora jornada tras jornada, pero todavía no consiguen una victoria. Es cierto que conseguirla precisamente en el Cívitas Metropolitano no era la tarea más sencilla del mundo. Pero soñaron, pelearon hasta el final e hicieron sentir mucho nerviosismo al rival que terminaron aguantando como pudieron las embestidas de los visitantes. Oblak terminó siendo el héroe de la tarde y el Atlético de Madrid de Simeone continúa teniendo al Cívitas Metropolitano como un fortín infranqueable.

El Almería es colista, pero tiene argumentos de sobra para confiar en que la situación pueda revertirse. Deben darse muchos factores a la vez y, por el momento, sólo se está dando el de la actitud de los futbolistas. Incuestionable. Trabajar, trabajan. No es por falta de ganas, ni apatía. En el Metropolitano se terminaron ahogando en la orilla pese al subidón anímico que supuso el gol de Leo Baptistao. Insuficiente para lograr ni tan siquiera el empate. El futbolista brasileño del Atlético de Madrid prestó declaraciones a Movistar+ al culmen del partido, donde no pudo esconder su frustración: su gol fue insuficiente y lo habría cambiado para tener los tres puntos.